lunes, 30 de agosto de 2010

Un zoológico en Aregua


Vista parcial del Zoológico de Aregua. Sobre la avenida Mariscal Estigarribia, a una cuadra de la estación del tren. El cuidador del lugar asegura que los bichitos son medio inmortales.
Además, se sospecha que la tortuga guarda del secreto de dónde está enterrado el carretón repleto de libras esterlinas que Elysa Alicia Lynch hizo enterrar en Aregua.
Muchos creen que la ubicación lógica del carretón sería en algún lugar del castillo Palmerola, probablemente debajo de la avenida de los Eucaliptos. La irlandesa recorría esta senda del brazo de Francisco López, a la sazón General y presidente del Paraguay, cuando ambos visitaban la ciudad utilizando la modernísima locomotora a vapor de la época. Juntos, el jefe de Estado y su mujer paseaban hasta las orillas del lago Ypacarai, el cual, en aquellos tiempos habrá sido todavía azul.
Cabe acotar que el curador del zoológico no pudo responder acabadamente acerca de la suerte del caballito, el cual se puede observar al fondo de la gráfica.
La primera impresión es que el córcel se dio de bruces, aparentemente, a consecuencia de una lamentable fractura en su pata delantera derecha.
En otro orden, consultado el cuidador del zoológico acerca de la alimentación de tan variada fauna, el hombre casi tan entrado en años como los bichos que cuida o comparten su destino, se limitó a señalar que los animales se nutren de viejas leyendas mágicas.

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