domingo, 31 de enero de 2010

Campaña antivuelo con titi al aire en Ypacaraí

Señoritas sin sostén pedirían a choferes que por favor respeten el límite de velocidad.

Atención señores conductores que transitan por la ciudad de Ypacaraí. En breve, este municipio implementaría una novedosa e impactante campaña para lograr que se respete el límite de velocidad en el radio urbano, que es de 50 km/hora. Al menos, eso dejó entender ayer de mañana el propio jefe de esa comuna, el chovy Raúl Fernando Negrete, durante una entrevista con una televisión de la capital. La iniciativa copiaría otra operación similar llevada a cabo en la lejana Dinamarca, Europa, en el 2006.

El procedimiento sería muy simple. Consistiría en colocar en lugares estratégicos de la ciudad de Ypacaraí a unas hermosas señoritas, quienes levantarían constantemente una placa en la cual se leerá en números bien visibles el límite de velocidad. Detalle: las doncellas estarán todas exhibiendo un convincente topless. Es decir, usarán solamente un shorcito, sin nada arriba que les cubra sus pechos.

Al igual que como ocurrió en Dinamarca, los impulsores de la campaña están casi seguros de que la iniciativa seducirá a más de un conductor, lográndose el objetivo deseado: es decir, que los muchachos no pisen tan a fondo el acelerador. Este sería la tercera etapa del esfuerzo en educación vial que el municipio de Ypacaraí ya viene implementando.

La primera fase consistió en montar “cámaras multantes” en cruces viales con semáforos y, la segunda, en “fotos radares” que hacen una instantánea de los fanáticos del acelerador, en ambos casos, con sendas multazas para los infractores. Según el karai intendente, los “perros” aprenden a toda bala cuando se les golpea en el bolsillo.

Éxito

El cobro de multas se convirtió en el segundo rubro de ingresos para la Muni de Ypacaraí.

Los “perros” aprenden

El intendente Negrete dijo también ayer que desde la implementación de las “cámaras multantes” la cantidad de infractores que ya no respeta la luz roja disminuyó en más de un 50%. Y, desde que comenzaron a funcionar los “fotos radares”, los fanáticos de la velocidad también comenzaron a moderar radicalmente sus hábitos. Aunque la Muni percibe apenas el 25% de lo que los “perros” pagan como multas –por romper el límite de velocidad–, el tema parece que aún así es buen negocio para el municipio. Sin mencionar siquiera, la cantidad de vidas que se salvan y la enorme suma de dinero que se ahorra en daños materiales.

Cifras

G. 758.000

Es lo que pagan los infractores al municipio de Ypacaraí si no respetan la luz roja.

G. 596.000

Es la multa por superar el límite de velocidad, el cual es de 50 km/h.

25%

De las multas es lo que percibe la Municipalidad de Ypacaraí.

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