Paraguay Spots: Últimos Chacore quieren que los visiten los jóvenes

Apenas quedan con vida 2.057 ex-combatientes de la Guerra del Chaco
Héroes de guerra pelean su última batalla, esta vez contra el olvido

Don Gabino Ayala lleno de buen humor y una memoria envidiable. (Foto: Diario Crónica)

Tenía 19 años cuando pisó el Chaco paraguayo. Fue tirador de una ametralladora “Madsen”, en el Regimiento de Infantería Nº 1 “2 de Mayo”. Su bautismo de fuego fue en la batalla de Boquerón y se salvó de morir el 25 de mayo de 1935, en la capturada ciudad de Charagua, Bolivia, cuando fue herido de bala en el hombro derecho y otro proyectil le rozó la cabeza. Tras la guerra, volvió a su chacra en su Ybycui natal.

Hoy, a sus 97 años, tiene una lucidez y un buen humor que impresionan. Desde su lugar de reposo, en el Cuartel de la Victoria, en Reducto, San Lorenzo, avisa que no quiere regalos por el 75º Aniversario del final de la Guerra contra Bolivia. “Nos pone contentos cuando nos visitan los jóvenes”, dijo ayer don Gabino Ayala, uno de los 2.057 héroes de la contienda chaqueña que hoy continúan con vida.

En medio de un tropel de gente que ayer trabajaba sin pausa, dando los últimos toques para los actos oficiales que hoy tendrán lugar en el local de retiro de los veteranos del Chaco, don Gabino compartió con nosotros algunos de sus recuerdos más vívidos de su larga existencia. “El 1 de setiembre de 1932 che ja aimema Boquerónpe. Che aguereko va’ekue petei ametralladora Madsen. Che la piecero va’ekue. Oreruvicha he’i oreve: ‘Oime la boli ou ñañetenta ha jahata jasofoca chupe kuéra pe Chacope’ (Era el tirador. Nuestro comandante nos dijo: ‘Vienen los bolis a tentarnos y vamos a ir a sofocarlos en el Chaco)”, recordó el veterano.

Tras contarnos muchas anécdotas, terminó comentando su última acción en la guerra, la cual tuvo lugar en 1935, más precisamente en el mes de mayo de aquel año. El Ejército Paraguayo ya había cruzado el legendario Río Parapití y había capturado la ciudad de Charagua. A un par de kilómetros de esa localidad, en un lugar conocido como "Camino Santa Fe", el tirador de ametralladora Gabino Ayala y los dos servidores de la "Madsen" montaban guardia en un punto estratégico.

Varias patrullas de bolivianos se aventuraban una y otra vez por los alrededores y una y otra vez eran repelidas por el fuego de la Madsen que manejaba don Gabino, asistido por sus dos servidores. Los cadáveres de los bolís comenzaban a amontonarse cerca del nido de ametralladora de los paraguayos.

De pronto, se produjo un ataque masivo. Don Gabino cree que pudieron haber sido más de cien soldados bolivianos cargando a pecho gentil. Los paraguayos creyeron que era su fin. Incluso don Gabino ligó un balazo en el brazo y otra bala le lamió la sien. “Che rapy ohovo la che akâme la bala”, mencionó. Sin embargo, como por un milagro, cuando los bolis se acercaron a su nido de ametralladora, al parecer se asustaron de los cadáveres de sus compatriotas apilonados en el terreno y retrocedieron. “Dios y la Virgen tuicha mba’e”, finalizó.

Frases

"Oime la boli ou ñanetenta ha jahata jasofoca chupekuéra pe Chacope (Vienen los bolivianos a tentarnos y vamos a sofocarles en el Chaco)".

"Che añorairosetereivoi. Paraguayo peicha voi. Roho vy’a ha jepopetepe (Yo quería pelear demasiado. Los paraguayos somos así. Nos fuimos felices y aplaudiendo)".

"Aje’heri co che jybape. Ha ñandu avei otra bala ohapy ohovo ko che akâ (Me hirieron en el brazo. Sentí también otra bala que me rozó y me quemó la cabeza)".

Gabino Ayala
Tirador de ametralladora liviana Madsen
Regimiento de Infantería No. 1 "2 de Mayo"
1932 - 1935

También conoció al inmortal Emiliano R. Fernández

Monumento a la entrada al "Cuartel de la Victoria". (Foto: Arsenio Acuña)

Don Gabino Ayala también conoció a Emiliano R. Fernández en el frente de batalla. Y – según el coronel Antonio Orué, comandante de la unidad de asistencia a los veteranos – fue el propio Emiliano, quien en 1945 le convenció al Mariscal José Félix Estigarribia para cambiar el nombre de ‘Cuartel de los Inválidos’ al de ‘Cuartel de la Victoria’, tal como se conoce hoy al lugar donde pasan sus últimos días los héroes de la Guerra del Chaco.