miércoles, 14 de abril de 2010

Violaba porque tenía su ma’érã muy grande

  • Se trata de un curepa que desde hace dos meses venía causando terror en la zona. Seis víctimas ya le reconocieron no solo por su cara, sino también por su enorme pichulín.
Desde ayer, las vecinas del barrio San Cayetano de Itá volvieron a caminar tranquilas por su vecindario. Y no es para menos. En la víspera, a eso de las 5 de la mañana, por fin los polis le pusieron las manos encima a quien sería hína el más temido violador del cual se tiene memoria en esta localidad. Tras dos meses de terror y con más de 31 víctimas del “ya tú sabes”, pero a punta de una ¡pistola de juguete! –una de las víctimas es un arriero–, los volái le agarraron finalmente al curepa Luis Héctor Morínigo Cantero (38), quien, por otro lado, no opuso resistencia al arresto.

Los uniformados ya venían pisándole los talones al violador serial desde hace un mes, cuando las distintas víctimas del tipo aportaron datos y se pudo hacer un identikit del tipo. Este dibujo permitió la identificación del hombre y su modus operandi facilitó su captura. Es que el arriero era muy porfiado y muy confianzudo, ya que no cambiaba su zona de actuación, no controlaba su vicio y atacaba más o menos a la misma hora cada dos días.

Ayer cayó finalmente y antes del mediodía, seis mujeres ya se habían presentado ante las autoridades y reconocieron plenamente al abuseitor. Ya en horas de la tarde, también en la víspera, la fiscala Teresita Torres imputó a Morínigo como supuesto autor de la violación de dos mujeres. Entre tanto, la capeta no descartó ampliar la imputación por cuatro víctimas más. Se espera, además, que en el transcurso de los días, más mujeres se acerquen a reconocer a quien les jugó todito mal.

Violación. Como se dijo, Morínigo tendría en su “haber” por lo menos 30 mujeres y un varón violados. El tipo, a punta de su pistolita de juguete kachiãi’i, les salía a las personas entre las 4:30 y las 6:30. Como en una historia de terror, les apretaba el cuello con el “arma” y les obligaba a que le abracen para caminar por la madrugada como dos enamorados.

Después, llevaba a sus víctimas hasta el ñanandy más cercano, donde les hacía sexo oral para después asuntearlas allí mismo.

“Su armamento es enorme, tiene más de 17 centímetros y es grueso”, era la característica que más recordaban sus víctimas. Y fue precisamente por ese detalle, así como por otros aspectos de su cuerpo, que las pobres mujeres lo reconocieron. El identikit que hicieron del mismo es igualito avei.

Tranquilidad

Luis Héctor Morínigo Cantero es vecino de villa La Amistad, Conavi, Compañía Caaguazú, de Itá. Su “territorio de caza” era el barrio San Cayetano de la misma ciudad, según las denuncias y los reconocimientos que hicieron sus víctimas. Ahora, las mujeres de esa localidad vuelven a respirar tranquilas.

Modus operandi

Madrugada. El tipo pescaba por sus víctimas a la madrugada. Seguía a las mujeres que iban a esperar el colectivo para ir a trabajar.

Pistola. Era de juguete, pero ¿quién iba a ser la mujer qué iba a darse cuenta que el arma que le apretaban por el cuello era de plástico?

Sexo oral. El tipo, primero les hacía sexo oral a sus víctimas y después ya pasaba a la parte gruesa del asunto.

“Armamento”

El tipo les dijo a los polis que lo apresaron que realmente es “culpable de todo”. Ndaje “casi nadie le aguanta porque tiene el armamento grande, por eso buscaba donde saciar sus instintos carnales”. El curepa tiene dos hijas, una de 5 años y otra de 7 años. Una hijastra de 14 abriles que vivía con él en su casa se fue de ahí hace un mes atrás más o menos a vivir con una tía porque también fue abusada sexualmente por su padrastro. Supuestamente la esposa no sabía nada de las andanzas de su marido. “Le preguntaba si dónde se iba tan temprano jepi y me decía que iba a buscar trabajo, a las 7:00 ya estaba de vuelta en casa, yo no sospechaba nada”, dijo la mujer, quien confirmó plenamente los “atributos” de su marido.

¿Qué hacer en caso de violación?

Policía. Llamar inmediatamente al 911, a la comisaría más cercana ó al 021-204 876, en Asunción.

Anotar. Hacer un esfuerzo y poner por escrito cada detalle que se recuerde del violador. No cambiar de ropa, ni bañarse.

Médico. Ir directamente al centro asistencial más cercano y contar que fue víctima de coacción sexual.

Pruebas. Generalmente se hacen análisis de los órganos genitales y del recto. Consultar sobre el uso de píldora anticonceptiva de emergencia.

SIDA. Si por algún motivo se desconfía que el violador pueda tener Sida, entonces, avisar al médico de eso.

1 comentario:

  1. Was soll ich sagen? Mein Kollege Val, er hat die Hälfte dieser Scheiße geschrieben. Ich schrieb die Führung und drei weitere Absätze und die andere Stücke dieses Geschichte, dann, was er geschrieben hat, ich veröffentlichen hatte. Trotzdem, wen interessiert das schon?

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