sábado, 6 de marzo de 2010

Apareció muerto en medio de la calle

  • Ya la mañana, el ataúd fue sepultado de nuevo en su panteón.
  • Se presume que serían los restos mortales de una mujer que falleció hace 18 años.
  • Además, hubo otro intento de profanación en una tumba no lejos del lugar.
Si los muertos que pueblan el cementerio de Mariano Roque Alonso pudieran sentir algo todavía, con toda seguridad no será la sensación de reposar en paz. Entre otras razones, porque profanadores de tumbas – estudiantes de medicina o macumberos – amparados por la oscuridad de la noche y la nula vigilancia en el camposanto acechan para robarse los cuerpos de los difuntos.

Y precisamente, en la madrugada de ayer, el vecindario del cementerio roque alonseño se despertó tras un barullo inusual y se conmocionó al encontrar en plena calle un ataúd destartalado y semi abierto con un finado adentro en avanzado estado de descomposición. El tenebroso hallazgo se produjo sobre la calle Próspero Coronel, a dos cuadras del cementerio, cuando transeúntes pillaron a personas tratando de subir el féretro a un vehículo.

Los profanadores, al verse descubiertos, rajaron del lugar y abandonaron los restos mortales en medio de la vía pública. Se cree que los ladrones de cadáveres no conocían el terreno y realizaron una maniobra brusca al doblar en una calle, donde un desnivel hizo que la camioneta se sacudiera, cayendo el féretro al empedrado.

Ya en horas de la mañana, una comitiva fiscal-policial realizó una gira por el camposanto y encontró una tumba profanada, lo que hizo presumir que de ahí se extrajo el cajón. Y, por lo tanto, el féretro recuperado de los ladrones de cadáveres volvió a sepultarse en ese lugar.

En dicho panteón están sepultados los restos de Cecilia Cárdenas viuda de Jara (fallecida el 29/01/1992) y de Patrocinio Jara (expiró el 26/02/1984). “El forense dijo que el cuerpo sería de una mujer”, explicó ayer Sinecio Martínez, quien desde hace 3 años y 6 meses ocupa el cargo de administrador del cementerio municipal de la ciudad de Mariano Roque Alonso.

Estudiantes. Por otro lado, el funcionario municipal especula y casi no tiene dudas de que los autores de la profanación serían estudiantes de medicina. “Este año vino una señora con su hija y la chica me ofreció 600 mil guaranies por una cabeza. Me dijo que ingresó recién a (la facultad de) Medicina. Yo les dije que nos estaban comprometiendo de balde y les eché de aquí”, agregó don Sinecio.

Vigilancia cero. Don Sinecio Martínez dice es que el camposanto no tiene vigilancia a la noche. Además, hacia el costado Este del cementerio, un lindero de casi 300 metros da directamente sobre la calle, sin ninguna muralla que separe las tumbas de la vía de circulación. Un solitario molinete, cuyo herrumbre habla de los años que estuvo ahí, es el solitario símbolo de que alguna vez se habrá proyectado amurallar la necrópolis.

No fue aislado. El intento de robo del cadáver no fue un hecho aislado. Don Isabelino Sánchez también denunció que la tumba de su madre fue violentada anoche, aunque, al parecer, los ladrones encontraron una presa más fácil. “Gracias a Dios no llevaron el cuerpo de mi mamá”, contó el hombre, quien por pura casualidad ayer fue hasta el camposanto a rezar por su mamá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario