jueves, 11 de marzo de 2010

¡Se salvó de morir en el terremoto de Chile!

  • La sacudida de tierra sorprendió a su colectivo cruzando los Andes, a más de 3.500 metros de altura.
  • Otro bus que venía detrás no tuvo tanta suerte y fue alcanzado por rocas.
Una compatriota, vecina del barrio Trinidad de Asunción, casada con un militar de la Marina chilena, pasó momentos de terror el sábado 27 de febrero de este año cuando volvía a su casa (en Santiago, Chile), ya que fue sorprendida en el bus por el terremoto que azotó en esa fecha al país trasandino.

La “sacudida” la tomó en lo que se conoce como “precordillera”, del lado curepí. Cuando la tierra paró de temblar, ella y sus eventuales compañeros de viaje decidieron seguir adelante para cruzar las montañas e iniciaron el descenso por el peligroso “Paso del Caracol”, ubicado a unos 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar. Justo en ese momento, se produjo otra réplica y por poco las rocas que se desprendían de las montañas no hicieron volar el bus al precipicio, como habría ocurrido con otro colectivo que venía detrás de ellos, según manifestó ayer a Crónica Lilian Gabriela Vargas Estigarribia, 27, protagonista de esta historia.

Aunque felizmente para ella en su familia no hubo víctimas que lamentar, su casa se destruyó, y a lo largo de una semana soportó la falta de servicios básicos como luz y agua. Lilian contó también que ahora el principal problema es la falta de seguridad. Explicó que “todavía hay muchos saqueos, inclusive en la propia capital de Chile”.

En otro orden, agregó que los precios de la canasta básica en la capital chilena “se fueron por los aires, se triplicaron”, y que en los supermercados “hay más guardias de seguridad que clientes”. Mencionó que las góndolas están prácticamente vacías y productos como aceite, harina y agua mineral se convirtieron en joyas difíciles de encontrar.

“Mi marido, que es militar, se va a ir a Concepción (Chile, donde el terremoto tuvo su epicentro) y va ayudar a levantar casas ahí. Yo me vuelvo a Asunción en dos o tres semanas”, expresó ayer la compatriota, quien admitió haber sentido pánico cuando les agarró el terremoto en plena Cordillera de los Andes.

Terremoto en Chile

Fecha. 27 de febrero de 2010, 3:34 hora local.

Magnitud. 8,8 MW *

Profundidad. 47,4 km debajo de la superficie terrestre.

Coordenadas del epicentro. 36º 12’ 28” S 72º 57’ 46” O

Tipo. Terremoto submarino

Zonas afectadas. Regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, Chile

Víctimas. 800 muertos

*La Escala de Magnitud de Momento (Mw) es una escala logarítmica usada para medir y comparar sismos. Está basada en la medición de la energía total que se libera en un terremoto. Fue introducida en 1979 por Thomas C. Hanks y Hiroo Kanamori como la sucesora de la escala de Richter.

Siguen los saqueos y la inseguridad

Según contó también Lilian Vargas, anoche se hizo sentir otra réplica del terremoto en la capital chilena. “La sensación de inseguridad es muy grande. No solo por los temblores, sino porque hay muchos saqueos todavía, aunque estamos bien. Pasamos tres días sin agua y una semana sin luz. Yo me comuniqué con mi mamá recién después de seis días”, comentó. Lilian llegó sana y salva a su casa en Santiago a las 19:00 del sábado 27 de febrero pasado.

Se salvó

Lilian no pudo dejar de contar el terror que sintió cuando su colectivo entró en el paso del “Caracol” (ver foto) y se produjo otra réplica del terremoto. “Detrás nuestro venían otros dos buses. Las rocas cayeron y le dieron a uno. Sentíamos pánico. Era una desesperación. Arriba todo era complicado”, comentó. Finalmente, la suerte estuvo de su lado y su bus pudo terminar el viaje entero y en una sola pieza.

Catorce horas de terror

Hace 13 días, el terremoto sorprendió a Lilian en el bus, a las 03:30, en plena ruta, en la provincia de Mendoza, Argentina. Todo temblaba, por lo que bajaron nomás del colectivo, por las dudas. Cuando el asunto se calmó “volaron” hasta el paso de los Libertadores, a 3.500 msnm, adonde llegaron a las 10:00 de esa mañana. Ahí hay un cruce de fronteras, tipo Falcón-Clorinda. Cuando estaban del lado chileno hubo otra réplica. Grandes pedazos de rocas se desprendían de las montañas circundantes por lo que tuvieron que buscar refugio. Luego, esperaron y empezaron a bajar la cordillera, ya del lado chileno. Bajaron por el “Caracol”, una ruta excavada al costado de la cordillera y que baja bruscamente serpenteando al borde del precipicio. A las 16:00 pudo hablar por celular con su marido. Finalmente, a las 19:00 del sábado 27 de febrero del 2010 llegó a Santiago. Su casa estaba destruida.

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