lunes, 8 de marzo de 2010

Vendedor de perfume le reventó a su doña

  • Además, casi al mismo tiempo ocurrieron otros dos hechos de violencia doméstica en la zona.
  • En ambos casos, los agresores utilizaron armas de fuego para amenazar a sus esposas

Los policías conocen muy bien los hechos que resultan de la fórmula “domingo a la tarde” y tragos. Y un clásico es, sin lugar a dudas, el de la violencia doméstica, cuando -en la mayoría de los casos- el hombre alhaja de la casa “corrige” a su esposa. Lo que tal vez no esperaban los uniformados de la Comisaría 32ª de Posta Ybycuá, en Capiatá, era tener que multiplicarse para responder a tres pedidos de socorro de mujeres agredidas por sus maridotes, hechos que, casi en forma simultánea, ayer se registraron en esa jurisdicción.

Los graves sucesos mencionados cobran un tinte de triste ironía, justamente por haber ocurrido en la víspera del Día Internacional de la Mujer, el cual se celebra hoy. En el primero de los casos, Humberto Chamorro Portillo (27), vendedor de perfumes, le aplicó un puñetazo tan fuerte en el ojo izquierdo a su compañera Blanca Lezcano, que por poco le revienta literalmente el globo ocular.

Según palabras de los propios involucrados, las circunstancias que rodearon el hecho fueron una ronda de tragos para matar la tarde del domingo. Y cuando el alcohol ya les nubló el cerebro a los dos, surgió una discusión y se pudrió todo. Increíblemente, en la propia comisaría la víctima repetía una y otra vez: “Yo le perdono”.

El matungo. En otro caso, según contó el comisario Amado Cantero, jefe de la Comisaría 32ª, de Posta Ybycuá, Hugo Centurión, un hombre corpulento y aparentemente con cualidades para convencer, fue apresado luego de amenazar a su mujer con la persuasiva fórmula de introducir un revólver 38 en la boca de su pareja Mirtha Vicenta Benítez Mereles.

“Le ató de pies y manos a su esposa y le colocó el arma de fuego en su boca. Por suerte, no le disparó y -cuando ella pudo zafarse de las ataduras- pidió socorro a un hermano suyo. Él nos llamó, acudimos al lugar y el sujeto se entregó sin oponer resistencia”, dijo el jefe policial.

Revólver 22. La onda de agresión a mujeres en Capiatá siguió con el sarambi que armó Miguel Ángel Rodas Caballero tras amenazar con un revólver calibre 22 a su compañera Norma Ramona Jara Rodas. Una vez más, San La Muerte no andaba por Capiatá y los parientes de la mujer pudieron desarmarlo. Luego llamaron a la Policía, pero el agresor rajó del lugar como corredor olímpico.

Predecibles

El comisario Amado Cantero refirió que los casos de violencia doméstica son hasta predecibles y que las lesionadas tienen que denunciar los hechos, tan pronto ocurran. “Comienza con un golpe, después el agresor pasa a utilizar un arma contundente o un arma blanca y casi siempre termina matando a su pareja. Sí o sí las mujeres tienen que denunciar cuando sufren agresiones por parte de sus esposos”, dijo el policía.

NUEVA DIVISIÓN POLICIAL

La Policía Nacional inaugura en el día de la fecha la flamante División de Atención Especializada a Víctimas de Violencia Intrafamiliar y de Género. La mencionada dependencia policial funcionará bajo la supervisión de la Comisaría 6ª Metropolitana y es creada con el objetivo de aplicar mecanismos para asegurar, defender, proteger y promover el respeto a mujeres, niños, niñas y adolescentes. Previa capacitación, se asignó un staff de seis oficiales, todas ellas mujeres, 19 suboficiales hombres y 7 suboficiales mujeres, para atender las denuncias. El teléfono es 204 876.

¡IN-CRE-I-BLE!

Blanca Lezcano - Víctima

“Ambos somos celosos, hubo un exceso de bebida. También tengo palabras picantes como para que me rompan la cara”

“Él es el sostén del hijo que tengo de otro hombre. No quiero que se vaya a la cárcel porque él me ayuda”

“Siempre tenemos discusiones. Yo quiero que le den unas cuantas palizillas nomás”

“Ella (refiriéndose a su mamá) no tiene compasión. Tranquila mami, hay que dar otra oportunidad. Yo le perdono”

“TRANQUILIDAD”

Humberto Chamorro Portillo - Agresor

“Sí, es cierto, roñonupa’imi con mi mujer, pero es un problema normal de pareja, todo el mundo pasa por eso”

“La mamá (de la esposa) lo que se enojó. Ella (la mujer agredida) me entiende”

“Yo estuve en Tacumbú por posesión y tráfico de marihuana. Pero pagué por una culpa que no cometí”

“¡Biennn! (cuando su esposa dijo que ella pronunciaba palabras picantes y que merecía que se le rompiera la cara)”

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