sábado, 20 de febrero de 2010

Enterraron a vendedor asesinado en colectivo

  • Fiscalía ya imputó al policía que hizo el disparo
  • El muchacho dejó una mujer embarazada de dos meses, con quien planeaba crear una familia. Los familiares del mitarusu reclaman que la Justicia no tenga piedad del homicida.
Marcos Gabriel Meza Pineda volvió a Guarambare, Departamento Central, el 8 de diciembre del año pasado con dos objetivos: primero, formalizar su relación con una mujer de Fernando de la Mora, de nombre Mercedes, quien está embarazada de él desde hace dos meses, y segundo: reunir a sus hermanos para una cena en memoria de su mamá, evento que tendría lugar el próximo 1 de marzo, en Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, al cumplirse el quinto aniversario de fallecimiento de la señora. “Pero ahora, él ya está junto con ella”, dijo ayer Néstor Meza, papá del joven quien perdió la vida el jueves cerca de la medianoche, presuntamente a manos del sub oficial 1º Favio Ismael Fleitas Bazán.

El hecho ocurrió a la altura del Km. 22, de la ruta I, en Capiatá, jurisdicción de la comisaría Nº 33 Posta Ybyraro. Según informes preliminares, el incidente comenzó dentro de un ómnibus “La Villetana” cuando el policía, en aparente estado de ebriedad, discutió con un grupo de pasajeros, entre los cuales estaba Marcos Gabriel. La argelería subió de tono y el uniformado habría sacado su arma, luego detuvo el colectivo, hizo bajar a aquellos con quienes discutía para luego efectuar disparos. Uno de ellos, dio de lleno en el costado derecho del joven provocándole la muerte tras una breve agonía.

“Yo no voy a dejar debalde esto, por lo menos para que a otro inocente no le vuelva a suceder algo parecido. Mi hijo era una persona tranquila, trabajadora. El llevaba una vida ordenada”, dijo el papá del mitarusu, quien encontró su muerte de una manera tan absurda a la temprana edad de 21 años.

A su vez, Oscar Martínez, tío del fallecido, contó que Marcos Gabriel no tenía un carácter argel, ni grosero. “Nda ha’ei la omano hagüere la ja’e hese peicha (no decimos eso porque murió), pero esa es la verdad”, añadió.

Marcos Gabriel tenía otros siete hermanos y aunque vivía en Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, donde, junto a su papá, trabajaba en la agricultura, tenía plantes para instalarse en Fernando de la Mora, en compañía de una mujer, para vivir una vida normal como cualquier otro cristiano. Ahora, todos sus sueños duermen con él bajo dos metros de tierra.

No corrió

Los parientes del muchacho asesinado no creen ni un poco que el joven haya intentado huir del lugar, después de haber descendido del colectivo y que en esa circunstancia haya sido baleado. “Si él estaba corriendo del policía, ¿cómo es que le metieron un balazo en su costado? Si él estaba huyendo, le hubieran acertado en la espalda”, se cuestionó ayer Oscar Martínez, tío del finado.

Doloroso adiós al sampedrano asesinado

“El no era un muchacho rebelde. Yo siempre le enseñé como se tiene que vivir. Era un tipo maravilloso, era honesto y ordenado”, dijo también en otro momento Néstor Meza, papá del finado Marcos Gabriel. El señor agregó que, anteanoche, una multitud de vecinos, amigos y parientes se reunió en la humilde casita de su tío, en el barrio Santa Rosa, de Guarambare, donde los restos del joven fueron velados. “Y cuando se cerró el cajón, te quería mostrar como la gente se tiraba llorando sobre su cajón. El era muy querido”, repetía una y otra vez don Néstor, quien todavía parece que no llegó a aceptar el trágico hecho ocurrido. “No vamos a dejar debalde”, finalizó.

No quieren aceptar lo que pasó con Marcos

“El trabajaba aquí como vendedor ambulante. Todo el mundo le conoce ahí sobre la ruta (II Fernando de la Mora – San Lorenzo). Pueden ir a preguntarle ahí a los otros vendedores. Marcos era un mita’i bueno, no era argel, ni tie’y”, manifestó por su parte Oscar Martínez, tío político del joven asesinado.
También refirió que toda la familia está unida y que van a pelear hasta conseguir justicia. Cuando mostró la foto de Marcos Gabriel bailando con su hija, cuando ella cumplió 15 años, en el 2008, el karai no pudo evitar emocionarse. En su casa, nadie nunca se hubiera imaginado el destino que le aguardaba al mitarusu liquidado en la noche del jueves.

Imputado por homicidio

En la tarde de ayer, la fiscal de Capiata, Esmilda Alvarez, imputó al sub oficial 1° Favio Ismael Fleitas Bazán, por homicidio doloso. Además, también ayer en horas de la tarde, el policía fue remitido de la comisaría Nº 20, de J. Augusto Saldívar, a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, donde el uniformado quedó a disposición del Juzgado Penal de Garantías de turno.


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