miércoles, 5 de mayo de 2010

“Callate maricón o te vamos a dar un tiro en la cabeza”

  • Un travesti fue ayer a parar a Emergencias Médicas y después a la comisaría bajo denuncia de robo. Al ser detenido, el tipo dijo que fue “corregido” por desconocidos
En la madrugada de ayer, un transeúnte denunció en la Comisaría 15ª, de Asunción, que fue víctima de robo en los alrededores de la Terminal de Ómnibus por parte de unos travestis. Cuando los uniformados de la citada unidad policial consiguieron ubicar al supuesto asaltante, encontraron que el prestador de servicios sexuales tuichaiterei oipo’o ra’e. Aunque no está en claro mavápa ocorregi a la “mariposa de la noche”, el denunciado “mostró sus uñas” y dijo que en realidad la víctima era él.

“A mí me agarraron siete tipos y me pegaron porque creían que yo lo que le robé (a Juan Adolfo Godinot, denunciante). Pero no es así.”, se defendió Lorenzo de Jesús Cabral González, 20, vecino de Asunción, de profesión trabajador sexual.

El caso está en manos del agente fiscal Marcial Machado, de la Unidad Barrial 1, y el acusado oipichy hína la hova ruru hovy en el calabozo de la Metro 15.

Según Cabral, todo comenzó alrededor de las 01:40 de ayer, cuando “él (Juan Godinot) me pidió un servicio de sexo oral. Nosotros caminamos una cuadra y ahí él le vio a otra compañera, de nombre Fabiola y le prefirió a ella. Entonces yo salí y vine. Veinte minutos después por ahí, me salieron siete tipos y me pegaron porque decían que yo robé plata”, contó el señor travesti.

“Después me amenazaron para que no denuncie nada. Me dijeron que tenían pistola. ‘Maricón de la gran p…, si denuncias te vamos a dar un tiro en la cabeza’, así me dijeron. Pero yo soy inocente. Yo no robé. Si yo robaba pico iba a estar tan tranquilo en la calle. Aparte no se encontró nada por mí”, ojeplaguea el trabajador sexual.

Famoso. Por otro lado, para la policía el caso no es tan complicado. Dicen que cuando los travestis se ven envueltos en este tipo de denuncias de asaltos, enseguida contraatacan diciendo que los denunciantes habían solicitado servicios sexuales, en un intento por avergonzar a las eventuales víctimas y obligarlas a cerrar la boca.

Y en este caso en particular, una fuente que pidió el anonimato dio la versión de que fueron los propios colegas de trabajo de Cabral quienes le garrotearon para que no revelara el nombre de quién habría cometido el asalto en perjuicio de Godinot.

“Yo quiero justicia”

“Ahora yo solo quiero justicia para mí. No se encontró nada en mi poder. ¿Por qué yo voy a pagar por cosas que yo no hice? Mi compañera ‘Carla’ vio todo lo que pasó. ‘Ella’ es mi testigo. Fue otra la que robó, parece que su nombre es Fabiola, ella no es de aquí, es de San Lorenzo”, he’i también kuehe Lorenzo de Jesús Cabral González, insistiendo en su inocencia.

“Pregunten nomás ustedes. Mi colega ‘Carla’ estaba aquí conmigo (en la Comisaría 15ª) y ella ya salió”, añadió.

Finalmente, desde el calabozo donde está detenido, Cabral señaló que espera la asistencia de un abogado de reos pobres, el cual tiene que ser proveído por el Ministerio Público. “No tengo porqué estar aquí”, aseguró.

Amenaza

“Si denunciás te vamos a meter un tiro en tu cabeza”

Defensa

“El señor vino y solicitó un servicio de sexo oral”

Frases

“Si yo robaba pico iba a estar tan tranquilo en la calle. Aparte no se encontró nada por mí”

“Me salieron siete tipos y me pegaron porque decían que yo robé plata. Y yo no robé nada”

Cifras

900.000 mil guaraníes

Ese es el monto de dinero sustraído, según el informe policial.

1 teléfono celular

También fue robado en el incidente que involucra al travesti.

7 tipos

Fueron los que después “corrigieron” al trabajador sexual.

Trabajadores sexuales se defienden

Y se defienden acusando. La Asociación de Trabajadoras Sexuales del Paraguay, a través de su vicepresidenta, Mónica Aquino, señaló en oportunidad de un congreso del sector, realizado en abril último, que ha’ekuéra ya “ikueráima de los abusos”. Según la mujer, las prostis y los travestis constantemente ojejopy hikuái por parte de la Policía y que no pueden luego “trabajar” en libertad, ni en condiciones de higiene y seguridad, ni para ellas, ni para sus eventuales clientes.

Por esta razón ndaje, se están organizando para conseguir una reglamentación que les defienda a todos ellos y permita que el ejercicio de la prostitución se convierta en una profesión como cualquier otra.

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