lunes, 3 de mayo de 2010

Mató a bebé de 9 meses y después rajó del lugar

  • Rápida acción de la Policía permitió llegar hasta la última dueña del auto que golpeó a una moto en la cual viajaban dos adultos y el inocente que se convirtió en angelito.
Ma’ena’anga. Un bebé’i de apenas nueve meses murió ayer a consecuencia de los golpes que recibió en un accidente de tránsito. La pequeña víctima fue identificada como Lucas Damián Astorga Insfrán, hijito de Patricio Astorga y Beatriz Evangelista Insfrán. El accidente ocurrió a las 08:30 de la víspera, en el cruce de Acceso Sur y Cristóbal Colón, en Ñemby.

Según el informe policial, la tragedia ocurrió cuando un Chevrolet Kadet, chapa ARP 766, golpeó de hacia atrás a la moto en la cual viajaba la familia Astorga-Insfrán. No se identificó quién estaba al mando del vehículo porque la persona que lo manejaba –se presume es una mujer– se dio a la fuga sin auxiliar a las víctimas.

El rodado que ocasionó el mba’e vai está registrado a nombre de Claudio Roberto Franco Torres, quien tras ser demorado por la Policía aseguró que, cosa de un año atrás, vendió el auto a un tal Carlos María Rodríguez Maldonado, quien a su vez juró diez veces que volvió a vender el auto hace cinco meses a una tal Lilian Celeste Villalba Rojas, vecina de Capiatá e hija del astrólogo profesor Villa.

Cuando la comitiva policial, encabezada por el comisario Cándido Ramírez, llegó hasta el castillo donde vive la citada mujer, en Sargento Duré y 1º de Marzo, barrio San Blas, Capiatá, se constató que la misma no regresaba a su hogar desde las 17:00 del sábado 1 de mayo. También saltó de la base de datos policiales que Lilian Villalba tiene una orden judicial de búsqueda y localización del 19 de septiembre del 2007.

Al terminar el procedimiento, el comisario Ramírez dijo que el círculo en torno a quien mató al pequeño Lucas Damián casi estaba cerrado. “Falta ubicar a esta Lilian y al vehículo. Además, tenemos que verificar quién estaba al mando del rodado”, he’i.

Persecución. La rápida reacción de la Policía y la acción combinada de tres comisarías – de Ñemby, San Lorenzo y Capiatá– permitió llegar hasta la casa donde vive la mujer que habría comprado el auto que mató a Lucas Damián. Falta encontrar a la tal Lilian Villalba y aclarar quién manejaba el rodado en el momento del accidente.

Una persona que se identificó como Héctor Araújo dijo ser abogado de la familia de la citada mujer y aseguró que la misma no contestaba las llamadas que se le hacían a su celular.

Dolor

Don Luciano Insfrán, abuelo del angelito Lucas Damián, en medio de un llanto que no pudo atajar dijo: “Estamos todos dolidos”. Según contó el señor, los papás del bebe’i que murió se casaron hace dos años y el mitã’i fallecido era el primer nenito de la pareja. “No sabemos qué hacer. Es muy triste”, he’i.

Minutos preciosos

El supuesto penúltimo dueño del coche que ocasionó el accidente en cuestión, Carlos Rodríguez, se mandó ayer unas maniobras muy llamativas mientras guiaba a los policías hasta la casa de Lilian Villalba. En un punto del barrio San Blas, en Capiatá, a una cuadra de un feroz castillo, el tipo bajó de su camioneta y pidió a todos que los esperasen ahí mismo.

A continuación, subió de nuevo a su vehículo y rajó del lugar, pero los polis no le perdieron los talones. Rodríguez dio vueltas por el centro de Capiatá y paró frente a un taller. Luego hizo varias llamadas telefónicas y volvió a guiar a la comitiva policial hasta el mismo punto donde minutos antes había pedido que se lo esperase.

La casa de Lilian Villalba estaba a una cuadra de ahí, en el visible castillo. No se descarta que la mujer pudiese haber aprovechado esos minutos de distracción para abandonar su residencia.

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