- Un militar mato de seis balazos a la fiera y salvo la vida del nene.
- El enfurecido perro atacó de repente a una criatura mordiéndole con rabai.
- Momentos de terror vivieron vecinos del barrio San María, en Asunción.
Según vecinos que presenciaron la espeluznante escena, el pitbull sería propiedad de Hugo Rodolfo Machuca Insfrán, propietario de la citada firma Krea, la cual opera un taller de serigrafía en la dirección mencionada. El perro de tendencias asesinas sería la mascota y cuidadora del lugar. Un trabajador de la empresa aseguró que la bestia rompió a mordidas una de las barras inferiores de su jaula y luego se escapó.
La pequeña víctima, identificada como E.A., es hijo de Eulalio Acuña, 45, cuidador de un depósito de mercaderías ubicado en el vecindario, quien ayer a las 17:00 manifestó que su pequeño estaba fuera de peligro, recuperándose en el Hospital Universitario, en el barrio Herrera de la capital. Según el padre del niño y por lo menos hasta ahora, el dueño del perro se responsabilizó de todos los gastos médicos para la recuperación de la criatura.
Medida extrema. Ya en el hospital y tras las curaciones, Acuña contó que su hijo le refirió todos los detalles del suceso. “Me dijo que él venía en su bici por la calle y de repente le salió el perro y le saltó por su cara. El se cayó y ahí dice que comenzó a morderle en el brazo. Empezó a gritar ‘auxilio’, ‘auxilio’ y dice que vino una vecina y le tiró una piedra al perro, pero no le soltó a mi hijo”, refirió el padre del menor.
Siguió diciendo Acuña que enseguida salieron los vecinos y rodearon al animal, el cual zarandeaba al pequeño “como si fuera un muñeco de trapo y le arrastraba sobre el empedrado”. Uno de los tantos testigos, identificada como Yohana Aquino, aseguró que la fiera “iba a matar al niño y que solo se salvó porque vino el médico militar y mató al perro”.
Por su parte, Santiago García, cirujano al servicio de la Sanidad Militar, comentó que acudió a los pedidos de socorro del vecindario y, en un intento por liberar al chico, golpeó primeramente al pitbull con una cadena, sin causar ningún efecto en el enfurecido animal.
“Tuve que recurrir a mi arma reglamentaria. Una vez que el animal permitió un ángulo de tiro, en el cual el chico estuviera fuera de la línea de fuego, procedí a realizar los disparos. La bestia soltó al chico recién al cuarto disparo, alejándose un poco de él, momento en el cual procedí a realizar otros dos disparos para evitar un posible de ataque a mí o a otras personas”, señaló el militar.
Riesgo. Otro aspecto preocupante para los vecinos lo constituye una suerte de criadero de perros, ubicado frente al taller de serigrafia mencionado, al número 2.585 de la calle Teniente Velázquez, donde hay casi una veintena de canes, además de dos de la raza pitbull. Los “mejores amigos del hombre” no permiten conciliar el sueño en horas de la noche debido a los interminables aullidos, ladridos y peleas entre los propios perros, se quejaron los residentes de la zona.
Lo dijo
"El perro le jugaba. No es la primera vez, a una nena ya le mordió también el año pasado y nadie hizo nada."
"El nene parecía un juguete en la boca del perro. Primero, le mordió en el brazo y después en la cara."
"Un vecino le salvó a la criatura. Mató al perro porque si no, el animal iba a matar a ese pobre nene."
Joana aquino. Testigo.
Frases.
"Le tenía como un muñeco a la criatura. Le zarandeaba de un lado a otro y le arrastraba sobre el empedrado."
"Al ver el arma, un empleado del dueño del perro pidió a los gritos para no matar al animal."
"Los pitbull están prohibidos en el Brasil por lo feroces que son. Cuando atacan, no sueltan a su víctima hasta matarla o morir ellos."
Santiago garcía. Médico militar
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