miércoles, 28 de julio de 2010

Doce mentiras que los casados dicen a las yiyis

  • A veces, las doñas entran en el tata ári jehasa porque creen que la cosa no se va a complicar, hasta que se dan cuenta que también se enamoraron de un arriero que ya tiene dueña y familia
Según una encuesta realizada  con arrieros casados pero que le ponen los cuernos a sus mujeres,  doce son las mentiras más comunes que esos tipos les dicen a sus “huesitos” cuando son descubiertos. Lo peor del caso, según la psicóloga Alejandra Díaz, es que las mujeres, por capricho, apuro o miedo a la soledad “terminan entrando en ese juego peligroso de tener una relación con un hombre que ya formó un hogar”. La experiencia resulta siempre peor que un tata ari jehasa.
Según la experta, el tema es que la mayoría de las veces, el tipo casado en realidad no quiere arriesgar la comodidad de su familia. “Hay hombres que solo quieren una amante que les de diversión gratis, sin mayores compromisos. Y, a veces, hasta hay mujeres que creen que eso es posible”, añadió Ruiz.
Un ejemplo del bolonki que puede pasar una yiyi sale de la boca de Juana María (nombre cambiado), 24, estudiante. “Yo no quería nada serio con él, yo quería macanear nomás. Después, sin darme cuenta, me enamoré, pero había sido que era casado. Quise separarme, pero él me dijo tantas cosas que le creí y dejé pasar el tiempo”, he’i. Lo que comenzó siendo un jegusta’i de fin de semana se transformó en un infierno que la chica no sabe todavía como puede terminar.
Ojo. Ruiz aconsejó a las doñitas en busca de compañía parar que abran sus ojos. “No olviden que un casado tiene más experiencia que un hombre soltero. Puede decir cosas muy lindas. Pero, no se engañen. Si esa persona le mintió a su mujer, ¿por qué no podría mentirle a su amante?
Sueño. Por su parte, Juana María admitió que se equivocó con su elección, pero se defendió diciendo que “quería encontrar el verdadero amor”. “Yo le creí todo lo que él me dijo. Me prometía que se iba a divorciar, me pedía un poco de paciencia nomás. Hace ya tres años que andamos así y ahora, cuando le apuro, él desaparece  quince días, un mes. Tengo que rogarle para que vuelva”, se lamentó la yiyi.

Pinochos

Según los psicólogos, a las doce mentiras de los arrieros casados se les podría agregar muchas más. Y, no es raro ndaje, que los tipos con esas tendencias se metan con más de una extra al mismo tiempo. Lo llamativo es como las yiyis les creen nomás a sus “príncipes”.

Las mentiras más comunes

•    Vos sos la mujer que siempre busqué, te hubiera encontrado antes.
•    Mi lapa no me entiende, es muy celosa, siempre me acusó todo de balde.
•    Dormimos luego en piezas separadas, hace rato que ni siquiera le toco.
•    Dame tiempo para divorciarme, no quiero que los chicos sufran tanto con esto.
•    Mi casamiento estaba destruido antes de conocerte, vos no tenés la culpa de nada.
•    Hace tiempo que no siento nada por ella, la fantasía que había ya se terminó.
•    Ella es muy calculadora, todo es dinero para ella, nunca luego me quiso.
•    No me atiende ni un poquito, yo parezco un soltero dentro de mi casa.
•    Yo estoy con ella solo por las criaturas, si yo pudiera llevar conmingo a los niños.
•    Ella me puso los cuernos, yo nunca le fallé hasta esa vez que le pillé en seco.
•    Su trabajo ndaje es más importante que yo, no tiene tiempo ni para mí ni para los hijos.
•    No me deja en paz ni un minuto, parece que está loca o perturbada. Es una tortura para mí.

La frase


“Salir con un hombre casado puede hacer pensar a la mujer que va a disfrutar de un relación amorosa sin la presión de los compromisos del casamiento.”

Alejandra Díaz, Psicológa

Lo dijo 
“Mi primo me dijo que deje de llorar, porque los hombres no piensan en nosotras, solo se acuestan con nosotras. Así me dijo. Me quiero morir.”

Juana María, Nombre ficticio.

¿Qué tienen los casados?


¿Por qué las mujeres terminan rindiéndose a un tipo casado? Es increíble, pero cada día parece que hay más doñas saliendo con un arriero que ya tiene dueña y familia. Según una estudiante que opinó al respecto, las yiyis se dejan llevar por la fantasía de la falta de compromiso. Es decir, pueden estar con un fulano, salir con él, divertirse, pasar una noche y todo termina ahí, gua’u. El problema comienza para la doñita cuando piensa cada vez más en el tipo. En un momento, se siente con derecho a pedir “que se le dé su lugar”, pero, un hombre experimentado  – uno que sepa mentir – combinando engaños y manipulación, puede llevar sin problemas la situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario